martes, 25 de marzo de 2014

Si quieres encontrar trabajo no estudies Periodismo

Si quieres encontrar trabajo no estudies Periodismo. Ver. Oír. Contar

"Si quieres encontrar trabajo no estudies Periodismo". Esta advertencia la he oído a lo largo de mi vida miles de veces. Y todas ellas, como no, he hecho oídos sordos. Los que más me la han repetido han sido mis padres que, como buenos progenitores, siempre han velado por mi bien y han intentado llevarme por el buen camino. Aunque, muchas veces, no les he dejado.

Cuando era pequeña jugaba a hacer reportajes de televisión. Podía pasarme las horas muertas escribiendo, leyendo, haciendo ejercicios de ortografía... Eran actividades con las que disfrutaba tanto como otros niños disfrutan con los juguetes tradicionales. Cuando tenía ocho años tuve mi primera experiencia real con el mundo del periodismo. Comencé siendo la "niña del tiempo" en el canal local de mi municipio y acabé presentando un programa de radio y un magazine de televisión, y aunque lo decidí mucho antes, desde ese momento supe a lo que quería dedicarme.

El paso de los años no me hizo cambiar de opinión. Por mucho que mis padres me repitieron hasta la saciedad que no estudiase Periodismo, mi vocación seguía siendo la misma. Y llegó el día en el que aprobé selectividad y tuve que pedir plaza en la universidad. Aún se me ponen los pelos de punta cuando recuerdo que me lo jugué todo a una sola baza: si no era Periodismo, no sería nada. Toda una temeridad por mi parte, pero salió bien. Y contenta y feliz me presenté el primer día de clase allá por octubre de 2007.

La crisis económica empezaba a acecharnos, pero todos estábamos tranquilos porque sólo se trataba de una "desaceleración". Los medios aún no se veían muy afectados por la crisis global, aunque ya luchaban su batalla propia con internet y las nuevas tecnologías. El panorama no era el ideal, pero había esperanza. Y mis padres, erre que erre. Algunos profesores nos dijeron desde el primer momento que nunca llegaríamos a ejercer, pero nosotros (o yo), ignorantes de la vida, engreídos e invencibles, pensábamos "ya lo veremos" mientras levantábamos la cabeza con orgullo por haber sido admitidos en la carrera de nuestros sueños.

Los años fueron pasando, los cursos también. La crisis explotó y el panorama empeoró. Y siguió empeorando. Medios al borde de la quiebra. EREs. Paro. Bajadas de sueldo. Pérdida de la pluralidad... y mientras, nosotros, los aspirantes a periodistas, saltando de prácticas en prácticas (cada vez en peores condiciones) para coger experiencia y "meter la cabeza" en empresas con la intención de hacernos un hueco. Oportunidad que, en mi caso, no ha llegado. 

Y, de repente, te plantas en quinto (los que venimos de Licenciatura) y toca hacerte la pregunta del millón: ¿Licenciarse o dejarse alguna asignatura? La primera alternativa te lanza de cabeza al mundo laboral lo que significa, en el lenguaje actual, al paro. La segunda te brinda la oportunidad de seguir haciendo prácticas bajo el amparo del convenio universitario (mal pagadas en algunos casos, gratis según la corriente actual). Y muchos son los que optan por alargar la carrera, esperando que pase el temporal o que la suerte se ponga de su parte y alguna empresa le quite el cartel de becario para colgarle el de empleado.

Yo me lancé al mercado laboral un cuatrimestre después de lo que me correspondía, pero no por elección propia. Afortunadamente, podía seguir firmando convenidos de prácticas durante unos meses más, por lo que tuve la oportunidad de trabajar en otros dos sitios. Y llegó septiembre. El final del verano, el principio de la "realidad". Me apunté al paro y comencé la búsqueda. Candidaturas espontáneas, candidaturas a ofertas... Pero nada. La clave estaba en abrir horizontes y eso hice. Cursos de Community Manager, Marketing Digital, HTML5, SEO y SEM... perfiles cada vez más demandados, profesiones con futuro que algo tienen que ver con mi campo (aunque no sea mucho).

Y a día de hoy la búsqueda continúa. Y mi formación también. Y cada vez hay menos ofertas, más medios en situaciones lamentables y más dudas respecto al futuro del periodismo (y de los periodistas). Y yo, que al menos una vez al día, me acuerdo de eso que me decían mis padres. Pero cierro los ojos, respiro hondo y vuelvo a encontrar mi determinación. Porque los soñadores somos así, incansables, incorregibles. Pero, a pesar de todo y aunque parezca contradictorio, mi mensaje para las nuevas generaciones que están buscando su vocación es éste: SI QUERÉIS ENCONTRAR TRABAJO, NO ESTUDIÉIS PERIODISMO.  Porque sé que los que realmente lo tengan claro, harán oídos sordos.

2 comentarios:

  1. Se me han puesto los pelos de punta con tu artículo. Me siento totalmente identificado. Yo también me he graduado en Periodismo y estoy intentando hacerme un hueco. Está difícil, pero la esperanza es lo último que se pierde ¿no?

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    1. Eso es. Hay que seguir luchando porque según dicen "querer es poder".

      Gracias por comentar :)

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