Vi a un hombre es un thriller enigmático del que, una vez que has entrado, no puedes salir. Una sucesión de historias del pasado que se mezclan para explicar el trágico suceso del presente que pone patas arriba el mundo del protagonista aun cuando ni siquiera ha superado la terrible muerte de su esposa.
Owen Sheers nos presenta a unos personajes llenos de matices, profundos y cotidianos que han de sobrellevar el dolor derivado de sus acciones. El protagonista de la novela, Michael, es el encargado de conducir la narración en varias líneas temporales y, a través de él, conocemos su pasado como periodista de inmersión, el fatídico atentado en el que su esposa Catherine, corresponsal de guerra, muere, su deseo de escapar del dolor mudándose a un barrio de Londres en el que conoce a la familia Nelson y la idílica amistad que entablará con ellos en la que, a fin de cuentas, nada es lo que parece.
Un día como otro cualquiera Michael va a la casa de sus vecinos a recuperar un destornillador. No hay nadie y decide entrar, acto que desencadenará una serie de sucesos irreversibles que cambiará la vida de todos ellos. En este punto, la novela alcanza su máximo y presenciamos en primera persona cómo el ser humano es capaz de tejer la red de mentiras más perfecta con tal de aliviar su propio dolor, aun a costa del de otros, algo que ya habíamos atisbado en las vivencias pasadas de Michael a través de otros personajes diferentes.
Un libro adictivo lleno de sombras que atrapa con cada palabra que se lee. Una historia tan verosímil que es imposible no plantearse un ¿y si me pasara a mí? ¿Qué haría?
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