sábado, 29 de octubre de 2016

Cinco momentos en los que 'Crónicas Vampíricas' rompió el corazón de las Stelenas

Cinco momentos en los que 'Crónicas Vampíricas' rompió el corazón a las Stelenas. Ver. Oír. Contar. SERIES

The end begins tonight. Así se anunciaba la semana pasada el estreno de la temporada final de Crónicas Vampíricas. Y a mí, con sólo ver el cartel promocional, me entró la nostalgia. Y no sólo porque en él aparezca representada sutilmente Elena Gilbert y, encima de su ataúd, aquel cuervo de la 1ª temporada, sino porque se me vino a la mente un carrusel de escenas que me han acompañado durante todo este tiempo. Y no todas "de unicornios y arcoiris".

Soy Stelena hasta la médula, ya lo he dicho en varias ocasiones, y tengo su historia grabada a fuego. Hubo momentos buenos pero también hubo otros en los que esta pareja, ya sea directamente o a través de terceros, nos rompió el corazón, y como el otoño da mucho juego para el drama y el pesimismo, he seleccionado cinco momentos en los que los fans de Elena y Stefan sufrimos "por amor". Ahí van. 


Wires de Atlethe de fondo. Elena entra en el salón de los Salvatore y se encuentra con un Stefan serio, vencido. Se avecina el desastre. Ella decide poner fin a su relación y ceder así al chantaje de Katherine. Si no se os hizo un nudo en el estómago con las lágrimas de Stefan no merecéis denominaros Stelenas.



Instituto de Mystic Falls. Klaus ha obligado a Stefan a morder a Elena cuando se termine la cuenta atrás del marcador del gimnasio, pero él se resiste con todas sus fuerzas. Lo único más fuerte que su sed de sangre es su amor por ella, así que Klaus finalmente le obliga a apagar su humanidad. El Stefan que conocíamos hasta el momento se esfumó de repente, marcando un antes y un después en su relación con Elena.



Elena ha roto con Stefan tras haberse convertido en vampiro. Caroline se entera de que su amiga ha cambiado al pequeño de los Salvatore por su hermano Damon y, a sabiendas que está traicionando su confianza, le confiesa a Stefan la verdad. Creo que en este punto todas las Stelenas odiamos mucho a la Gilbert. Para mí, esta temporada supuso mi "ruptura empática" con el personaje principal de Nina Dobrev.



Obligada por Rebekah, Elena confiesa que ya no está enamorada de Stefan mientras él está presente. La hermana de Klaus se ofrece a borrar de su memoria todo recuerdo de ella y él, sin pensárselo, acepta para poder acabar con su dolor. La cara de Elena en ese momento no tiene precio, pero... Pobre Stefan.



He querido dejar para el final el que, para mí, fue el peor momento que la serie pudo regalar a las Stelenas. Después de todo lo que hubo que soportar para encontrar la cura y tras haber roto el dichoso vínculo que unió a Elena con Damon tras la transformación, parecía que aún había esperanza de recuperar la historia que hizo que me enganchara a la serie. Pero no. Elena hace su declaración de amor más épica ¡¡a Damon!! ¡¡Mientras Stefan escucha!! Siempre que recuerdo esta escena me veo a mí misma como a Ralph, de Los Simpson, justo en el momento en el que Lisa le rechaza, justo en el momento en el que Bart afirma que su hermana "le acaba de romper el corazón". 

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